Una alimentación natural que incluya legumbres, frutos secos y semillas cubre las necesidades de leucina perfectamente. Los lactantes pueden sufrir deficiencias si deja de amamantárseles demasiado pronto.
El ser humano utiliza 21 aminoácidos proteinogénicos. Estos forman parte de las proteínas. El cuerpo puede adaptar hasta dos proteínas a sus necesidades, aunque tradicionalmente se hable de ocho aminoácidos esenciales.
Las legumbres sobre todo contienen mucha fenilalanina, como es el caso de la soja (1998 mg/100g) o de las alubias riñón (1260 mg). También semillas como el sésamo (1010 mg) y las semillas de lino (960 mg) y frutos secos como las almendras (1130 mg) o las nueces (711 mg) son ricos en este aminoácido, al igual que sucede con los cereales integrales. Por su parte, las verduras y las bayas también rondan esa cantidad, pero las frutas se quedan incluso por detrás.1
La carne, el pescado y los huevos (680 mg) o la leche (solo 158 mg) contienen menos fenilalanina que las semillas de soja, de calabaza, los guisantes secos o las almendras.
Ingedriente | Proteínas g/100 g (USDA) | Fenilalanina mg/100 g | % de fenilalanina del proteína |
Soja seca | 36.49 g | 2122 mg | 5.8 % |
Pipas de calabaza | 30.23 g | 1733 mg | 5.7 % |
24.55 g | 1132 mg | 4.6 % | |
22.57 g | 1130 mg | 5.1 % | |
15.23 g | 711 mg | 4.7 % | |
13.7 g | 646 mg | 4.7 % | |
Arroz sin pelar | 7.94 g | 410 mg | 5.2 % |
El calentamiento de los platos desnaturaliza las proteínas y transforma sus propiedades. Esto se observa en los procesos de coagulación-floculación. Ejemplo de ello son los huevos fritos, que se desnaturalizan por el calor de la sartén. La oxidación de las proteínas de un aminoácido a través de especies de oxígeno reactivas puede afectar de forma significativa a sus funciones.
Los aminoácidos son, entre otras cosas, partes de las proteínas. La fenilalanina (Phe, F) es uno de los ocho (con la histidina y la arginina, diez en el caso de los niños) aminoácidos esenciales del organismo humano, conocidos hasta el momento como aminoácidos o proteínas esenciales.
Entre tanto, se sabe que el cuerpo solo puede realizar la transaminación de la lisina y la treonina de forma irreversible, y que estos son los dos únicos que son esenciales.3-114 Las personas que se alimentan de forma vegana reciben de media el doble de treonina y tienen unos niveles buenos de lisina. Los hábitos alimenticios especiales, p. ej., una alimentación a base de frutas o similares pueden, con el tiempo, tener deficiencias, aunque no aparezcan síntomas reconocibles.
Esencial significa que nuestro cuerpo no puede producirlo (sintetizarlo) por sí mismo, pero que es necesario en ciertas cantidades. De hecho, la fenilalanina también se puede reemplazar en cierta medida por el aminoácido no esencial tirosina.
Traducción del artículo de Wikipedia en alemán: Dado que el organismo utiliza la fenilalanina para producir el aminoácido tirosina, la cantidad necesaria de fenilalanina depende de la cantidad de tirosina que consumamos en nuestra alimentación habitual. En una dieta normal, ambos aminoácidos se encuentran presentes en ciertas proporciones. Al menos en el caso de los adultos sanos, también es posible cubrir las necesidades de tirosina solo con la síntesis de la fenilalanina. La dosis diaria normal debe rondar los 14 miligramos por cada kilo de peso corporal (en un adulto).
Según el libro Tablas científicas. Documenta Geigy, vol.2, pág. 232, la cantidad diaria recomendada total de fenilalanina y tirosina se encuentra en 16 mg/kg de peso corporal, incluyendo un suplemento del 30 % por las posibles variaciones individuales. Para una persona de 75 kg de peso, serían 1,2 g/día. Existen estudios recientes que incluso recomiendan tomar menor cantidad.
Si tenemos un exceso de tirosina, necesitaremos cerca de 9 mg de fenilalanina por kilo de peso corporal al día. En una relación de fenilalanina y tirosina de 60:40, el aprovechamiento de ambos aminoácidos sería óptimo.
En una dieta equilibrada no suelen producirse deficiencias de fenilalanina. Una alimentación vegana natural cubre las necesidades de fenilalanina de manera satisfactoria y, cuanto más deporte se haga, más se come. Los bebés pueden padecer este tipo de deficiencia si deja de amamantárseles demasiado pronto y no se les alimenta de forma adecuada.
Una deficiencia prolongada en el tiempo puede reducir la eficiencia, el apetito y provocar trastornos metabólicos. Algunas enfermedades derivadas de la falta de consumo de proteínas o de energía en general son el kwashiorkor y el marasmo, que cada vez se dan con más frecuencia en el mundo occidental.
Las concentraciones elevadas de fenilalanina se producen cuando la degradación o conversión de la misma en otras sustancias no funciona de forma adecuada. Esto es algo que les sucede, por ejemplo, a las personas que padecen fenilcetonuria, un trastorno genético. En esta situación, el organismo no degrada la fenilalanina del todo y esta se concentra en la sangre en cantidades elevadas, lo que tiene un efecto negativo sobre la función cerebral.
Las personas que padecen fenilcetonuria deben prestar atención a la fenilalanina que contiene su dieta de por vida. Por ejemplo, en la etiqueta alimentaria del edulcorante aspartamo se señala que «contiene fenilalanina», ya que este libera el aminoácido durante la digestión.
En caso de problemas con la función renal debe seguirse una alimentación baja en proteínas para evitar la producción y acumulación de urea en los riñones debido a la degradación de los aminoácidos. El libro El estudio de China refleja con evidencias que normalmente nuestro cuerpo tiene un exceso de proteínas y no falta de ellas (véase esta reseña detallada del libro): Hace solo un par de años que los científicos descubrieron que la proteína animal, hasta el momento considerada como la de mejor calidad (desde el punto de vista biológico), no es fuente de salud, sino todo lo contrario.
La digestión de las proteínas ingeridas comienza en el estómago gracias a la pepsina. Esta divide a las proteínas en péptidos. Las siguientes divisiones en aminoácidos individuales se producen en el intestino delgado con la acción de las peptidasas. El hígado convierte la fenilalanina en tirosina, un aminoácido no esencial. Si la cantidad de fenilalanina no es suficiente, el organismo utiliza tirosina en su lugar.
Entre el 70 y el 80 % de los aminoácidos libres se encuentran en el músculo esquelético y, en un porcentaje inferior, en el plasma sanguíneo. El órgano central para la regulación de los aminoácidos es el hígado. Allí se produce la degradación o desaminación y la conversión en urea para prevenir los efectos citotóxicos.
La fenilalanina es un alfa aminoácido quiral aromático con una cadena lateral hidrofóbica. La fenilalanina deriva estructuralmente de la alanina y es anfipática.
Wikipedia: La L-fenilalanina se puede transformar, por medio de una reacción catalizada por la enzima fenilalanina hidroxilasa, en tirosina.
Otros nombres de la fenilalanina: D-Fenilalanina; DL-Fenilalanina; L-Fenilalanina. Fórmula molecular: C9H11NO2. Forma abreviada: Phe, F.
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