En el año 1978, a Ernst Erb (que entonces tenía 41 años) le diagnosticaron Linfoma No Hodgkin (linfoma de células del manto) terminal y le dieron una esperanza de vida de dos años y medio.
Consiguió evitar la muerte con un cambio radical en su estilo de vida y una dieta crudivegana que siguió durante unos siete años. Después, por motivos familiares, volvió a llevar una dieta vegetariana y a consumir pescado.
En el enlace encontrará tragedias y enfermedades mortales, pero también determinación, curación y vitalidad.