La riboflavina es una vitamina B hidrosoluble, resistente al calor y sensible a la luz. Participa en numerosos procesos metabólicos en distintas enzimas.
El ácido pantoténico es una vitamina B hidrosoluble que se puede encontrar en prácticamente cualquier alimento. Participa en numerosas reacciones metabólicas.
La biotina es una vitamina hidrosoluble del complejo B muy presente en la naturaleza. El cuerpo solo puede absorber de forma parcial la biotina que produce.
El ácido fólico es una vitamina hidrosoluble muy importante para la renovación celular. El folato es la versión natural que encontramos sobre todo en legumbres.
La vitamina B12 (cobalamina) pertenece a las vitaminas B, es hidrosoluble y solo la producen los microorganismos. Apenas se encuentra en alimentos vegetales.
El calcio (Ca) es un macroelemento esencial; confiere y resistencia a huesos y dientes. La verdura de hoja verde y los frutos secos son ricos en calcio.
El potasio (K) es un macroelemento esencial presente en la mayoría de los alimentos y es importante para la regulación del potencial de membrana de las células.
El fósforo (P) es un macroelemento esencial y un importante componente de huesos, dientes y membranas celulares. Desempeña un papel en la producción de energía.
El sodio (Na) es un macroelemento esencial presente en nuestra alimentación. El sodio influye en la presión sanguínea y el equilibrio hídrico del cuerpo.
El selenio es un micronutriente escaso en los suelos de Europa. Tiene un papel crucial en el sistema de defensa y en el metabolismo de la glándula tiroides.
El manganeso es un oligoelemento que se encuentra en los vegetales sin procesar. Entre otras cosas, interviene en la formación del tejido cartilaginoso.
El cobre es un oligoelemento esencial que participa en el sistema antioxidante endógeno y en la producción de tejido conectivo, pigmentos y hemoglobina.
El zinc es un oligoelemento que afecta a más de 300 enzimas. Participa en la cicatrización, en el funcionamiento de la vista y en el almacenamiento de insulina.